Iniciamos el año 2016 viajando a una pequeña comunidad del oeste de Kenia cerca del lago Victoria y la frontera con Tanzania, llamada Kiburanga.
Mapa de Kenia
El objetivo que nos lleva hasta allí, es la construcción de una oficina para la escuela que se está construyendo en la comunidad. A través de la ONG de EduKA hemos organizado este curso que tiene como finalidad recaudar fondos para la finalización de la escuela de Kiburanga.
Nuestras premisas para esta oficina son que la construcción esté hecha únicamente de tierra y que mantenga la estética de las construcciones tradicionales de la zona.
Para la estructura, utilizaremos el método de construcción con sacos de tierra compactada o Superadobe. La mezcla que utilizaremos en el interior de los sacos será tierra que obtenemos de la zona mezclada con arena para rebajar la cantidad de arcilla.
Para el curso, se apuntaron 19 participantes desde España, además de los voluntarios locales de la comunidad, las mujeres que forman parte de la asociación de mujeres de Kiburanga, los niños de la comunidad y todas las personas interesadas que pasaron por allí.
Antes de empezar el curso, viajamos tres personas desde España con la intención de comprar los materiales y herramientas necesarias así como organizar todos los preparativos antes de la llegada de los participantes españoles.
El primer trabajo que realizamos fue la ubicación de la futura oficina. Buscamos un lugar en el que no se acumulara el agua de las abundantes lluvias, que estuviera protegida por los vientos predominantes de la zona y que estuviera en una zona que permita la futura ampliación de la escuela sin entorpecer pero que a la vez esté lo suficientemente cerca.
Dibujamos en el suelo con un eje la zanja de la cimentación de una anchura de 50 cm.
La zanja tiene una profundidad de 50 cm y una ligera pendiente para evacuar las aguas estancadas en el fondo de la zanja.
Para el drenaje colocamos una capa de piedras grandes de unos 10-15 cm de altura sin mortero. Sobre esta capa de piedras grandes colocamos otra capa de piedras pequeñas de unos 10 cm de altura. Estas dos capas de piedras evitan que el agua y la humedad puedan subir por capilaridad a nuestro muro.
Después del drenaje comenzamos con la cimentación. La cimentación está compuesta por piedras grandes unidas entre sí con mortero de cemento. Utilizamos cemento ya que fue imposible encontrar cal en la zona.
Una vez que hemos llegado al nivel del suelo con la cimentación continuamos con el zócalo hasta una altura de 40 cm sobre el nivel del suelo. Hemos dejado una apertura para la puerta de 1 metro de anchura.
A continuación, hacemos una capa de compresión de unos 3 cm de espesor sobre el zócalo. Esta capa tiene la finalidad de corregir todas las imperfecciones de la superficie del zócalo y de repartir equitativamente todo el peso de la estructura alrededor del zócalo.
Después colocamos una barrera impermeable con plástico grueso para evitar cualquier ascensión de humedad al muro de tierra.
Terminamos el zócalo a tiempo para la llegada de los participantes españoles y el comienzo del curso.
El curso empezó con la explicación del proyecto de Kiburanga y el proceso constructivo de los sacos de tierra compactada. Este primer día completamos una hilada de sacos.
Los siguientes 10 días continuamos con construcción de la estructura de sacos de tierra compactada. Entre los trabajos que hicimos durante esta fase se incluyen la colocación de los premarcos de la puerta y ventanas, el dintel de la puerta, la ubicación de los moldes de las ventanas y la construcción de los contrafuertes de la entrada
Finalizada la fase de la estructura de la oficina, continuamos los 10 siguientes días con la colocación de la cubierta de madera y paja y los acabados de revocos, carpinterías y suelos.
Comenzamos con la colocación del zuncho perimetral para el apoyo de las zimbras de la cubierta, y una vez terminado, montamos la cubierta de madera sobre el zuncho.
Después colocamos un entramado de ramas entre las zimbras para darle mayor resistencia y para coser las balas de paja a la estructura de madera.
Continuamos con los revocos y la colocación de la paja para la cubierta simultáneamente. Antes de aplicar el revoco, quitamos el plástico de los sacos para que se pueda adherir. El revoco tiene varias capas y la última de ellas está hecha con excremento de vaca, lo que le da impermeabilidad y evita la retracción.
Colocamos dos ventanas y una puerta de madera. Hicimos un rosetón y dos arcos con botellas de vidrio y hicimos un suelo en el interior de la oficina.
Y este fue el resultado final después de un mes y medio de trabajo…
Agradecemos a todas las personas que hicieron posible que este proyecto se realizara, a los participantes españoles y a los voluntarios locales de Kiburanga, porque vivimos una de las experiencias más bonitas de nuestra vida. Esperamos que lo podamos repetir muchos años más.
Las experiencias de la vida no se miden por el tiempo que duran, sino por la huella que dejan. Y a mi esta experiencia me marcó.