Son baldosas decorativas realizadas una a una artesanalmente con cemento y pigmentos comprimidos en prensa hidráulica. Son una mezcla de creatividad y originalidad dignas de admirar en la arquitectura tradicional.
Un ejemplo de la creación de estas baldosas la encontramos en mi pueblo, El Provencio. La persona que tradicionalmente hacía las tejas y las baldosas de barro cocidas, conocido como «el tejero», fue el que comenzó a fabricarlas. Comenzó con diseños sencillos y con el paso del tiempo la geometría de los dibujos fue más elaborada.
Baldosas manchegas
El diseño geométrico se crea con unos moldes metálicos llamados trepas, que se fijan a un bastidor.
La baldosa hidráulica se compone de tres capas:
1- La capa decorativa de unos 4 mm de espesor. En cada espacio del molde se vierte una mezcla con el color correspondiente, formada por agua, marmolina, cemento y los pigmentos minerales elegidos por el artesano.
2- Después de desmoldar la trepa, se espolvorea una segunda capa de espesor similar al anterior con cemento y arena fina para absorber el agua sobrante de la primera capa de colores.
3- Por último, la capa que forma el cuerpo de la baldosa, que consta de una mezcla húmeda de cemento y arena hasta completar el espesor de la baldosa, que suele ser de 20 a 25 mm. Esta capa contiene más cantidad de arena que de cemento para mejorar la adherencia en obra.
Proceso de elaboración artesanal de baldosas hidráulicas (cienciaycemento.com)
El bastidor relleno se comprime en una prensa hidráulica. Luego se extrae la baldosa y se sumerge en agua durante varias horas.
Por último, se almacenan durante 28 días, que es el tiempo que tarda el cemento en fraguar o endurecer.